04. El fondo de emergencia

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Espero que el post anterior (Elimina las deudas) no haya sido de tu utilidad porque significará que no tenías deudas. Aunque puedes ayudar a tu amiga a salir de ellas. Sin embargo, era necesario plantearlo ya que en la estructura de pasos para conseguir una libertad financiera futura, es indispensable no tener deudas malas.

Otra obviedad que vamos a asumir a partir de este momento, es que tienes unos ingresos recurrentes. Si no es así no podemos avanzar. Parece una paradoja que necesites trabajar para llegar a no trabajar. Pero ese es el caso de la mayoría de personas. Así que si no tienes ingresos de ningún tipo, busca un trabajo por cuenta ajena, por cuenta propia o hazte empresaria. Y en tu caso Ariana, debido a tu corta edad, pídele a tu padre (que resulto ser yo) que te de una mesada. Estás en un momento fenomenal, porque la variable principal para llegar a la libertad financiera es el tiempo. Sí, has oído bien. El tiempo es más importante que la cantidad de dinero. Y tú tienes mucho por delante.

Más adelante en el libro, haremos énfasis en aumentar ingresos, pero de momento, a partir de aquí, asumamos que recibes un ingreso recurrente.

En una primera fase del camino, después de haber iniciado a monitorear nuestros ingresos y gastos, y de no tener deudas, necesitamos crear un fondo de emergencia. Parte de nuestros ingresos lo destinaremos a un fondo que quedará disponible para ser usado en cualquier momento, pero que no tocaremos si no es estrictamente necesario. Es posible que en este momento no se te ocurra para qué puedes necesitar ese dinero, y ese es un error muy común porque los imprevistos suceden sin avisar. Puede ser que se estropee el televisor, la nevera o la lavadora, se te rompa el móvil, el coche tenga una avería, o se descosa el brazo de tu peluche favorito. O aún peor, que ocurra algún inconveniente de salud. Muchas personas en estas situaciones, tienen que recurrir a préstamos, o pedir a familiares. Ambas situaciones son incómodas, y en la primera además generamos deuda que queremos evitar a toda costa. Ahora bien, ¿cuál seria uno de los peores inconvenientes que te podrían pasar? Pues que dejaras de ingresar dinero ya sea porque perdiste el trabajo, te has enfermado, o algún otro motivo. Por eso, el fondo deberá permitirnos cubrir un periodo de tiempo suficiente teniendo en cuenta los gastos mensuales que tenemos, considerando que no recibimos ningún ingreso.

La construcción del fondo de emergencia se hace aportando el porcentaje máximo que puedas de tus ingresos. Si hemos seguido el dinero, y no tenemos deudas, en este paso destinaremos todo el monto disponible. En cualquier caso no te recomiendo que le dediques al fondo menos del 20% de lo que has ingresado. En esta fase hay que dedicarle la mayor cantidad de dinero que puedas para llenar el fondo lo antes posible.

—¿Y de cuánto tiene que ser ese monto, papá? —, estarás pensando.

Hasta cubrir un monto que te permita mantener tu nivel de gastos mensual como mínimo por seis meses.

Es decir:

Fondo = Gasto mensual x 6 meses

Te podría parecer exagerado generar un fondo de 6 meses, sobretodo si es un dinero que no lo vas a tocar. Pero créeme que no lo es.

Veamos un ejemplo. Si tu gasto mensual es de mil euros, tu fondo debería ser de seis mil euros. El tiempo que podría llevarte ahorrar ese dinero si ingresas mil quinientos euros y dedicas el mínimo sugerido del 20%, es decir, tres cientos euros, sería de un poco más de un año y medio. Por eso es importante que no te restrinjas a ese 20%. Hay que completar este paso lo antes posible. No va a ser fácil, nadie ha dicho que lo sea. Alcanzar la libertad lleva tiempo, pero precisamente el tiempo puede ser tu aliado si empiezas pronto como veremos más adelante.

Una buena forma de empezar, es poner quinientos euros en tu fondo de emergencia. Ese es el coste, por ejemplo, de algunos electrodomésticos. Poniendo esos quinientos euros superaremos una primera barrera psicológica, y estableceremos una señal en el cerebro que ya hemos empezado a llenar nuestro fondo. Sabiendo el monto que necesitamos, tendremos el incentivo mes a mes, de ir reduciendo la brecha que nos queda por alcanzar nuestro objetivo. Si en algún momento debemos recurrir al fondo de emergencia por casos de extrema necesidad, y recalco lo de extrema necesidad, hay que volver a llenarlo lo antes posible. Este fondo no es para usarlo en caprichos o gastos que estaban previstos pero que se te han olvidado como el seguro del coche cuando lo tengas.

Piensa en una pirámide de copas de cristal. En la cima tenemos una copa, que se apoya en otras copas que están debajo de ellas. Estas al mismo tiempo se apoyan en otras copas y así sucesivamente. Con el fondo de emergencia lleno, acabamos de completar la primera copa y ahora el cava o la champaña, rebalsará a las copas inferiores que debemos llenar. Y recuerda que si bebes de la copa, hay que volver a llenarla.

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