02. Follow the money (Sigue el dinero)

  • Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Finanzas
  • Comentarios de la entrada:Sin comentarios

En el año 1976 se estrenó la película «Todos los hombres del presidente», donde se describía la manera en que se había destapado en la prensa el caso Watergate que acabó con la dimisión del presidente norteamericano Richard Nixon. En la cinta, el personaje conocido como Garganta Profunda, señalaba a los periodistas que investigaban el caso, lo que tenían que hacer con una sola frase: «Follow the money» (Sigan el dinero). Esta frase no se pronunció en realidad aunque sí les indicó que la clave de todo el caso se centraba en investigar la financiación ilegal de la campaña electoral de Richard Nixon. Con todo, la expresión «Follow the money» es un clásico.

Así como Garganta Profunda apuntaba que la clave para llegar al meollo del asunto era seguir el dinero, saber el flujo exacto de nuestra economía es de vital importancia en el camino de formación en las finanzas personales y más todavía en el de la libertad financiera. Este es el primer paso. Llevar una exhaustiva y detallada anotación de todos nuestros ingresos y gastos. Hasta el último céntimo. Tienes que ser muy exhaustiva en eso Ariana. Es la base fundamental de la estrategia que quiero enseñarte. No adquirirás la libertad financiera únicamente anotando lo que entra y lo que sale de tus huchas. Pero sin anotar todo lo que entra y lo que sale de tus huchas no se sustentarán otras actuaciones que sí te acercaran a ella. Si compras un caramelo que te cuesta un céntimo de euro, lo anotas. Si te encuentras un céntimo en la calle, lo anotas. «¿De verdad tengo que ser tan exhaustiva en mis registros, papá?» Sí. Tienes que serlo. Cuando un ingeniero construye un puente, mide con exactitud milimétrica la distancia y la longitud que tiene que tener para comunicar ambos extremos. ¿Te imaginas si no les preocupara que el puente y la carretera tuvieran medio metro de separación? No circularía ningún coche. De igual manera si no conoces al detalle cada céntimo de tu economía, no podrás tomar medidas al respecto. Puede que cada día compres un chicle en la misma tienda al regresar del colegio. Y como solamente cuesta cinco céntimos no lo anotas. Pero esos cinco céntimos son diez euros al mes y ciento veinte euros al año. Puedes decidir dejar de comprar ese chicle o no. Pero lo importante es que eres consciente del gasto.

Hay diversas formas en que puedes llevar este registro. La más primaria y lo que probablemente hace años era la única opción, seria tener una libreta e ir anotando ahí todas esas entradas y salidas de efectivo. Otra opción sería llevar ese registro en una hoja de cálculo en el ordenador. Y la tercera y más acorde a los tiempos en los que estamos, es usar alguna aplicación en tu teléfono inteligente. Las ventajas de este último método sobre los demás saltan a la vista. El teléfono siempre lo llevamos encima, ya forma parte de nuestro día a día, y no salimos de casa sin él así como hacemos con la cartera o las llaves. El hecho de anotar un registro es relativamente rápido y sencillo. Y lo mejor de todo es que hace los cálculos matemáticos por ti, realiza gráficos y te advierte si te pasas de tu presupuesto. Aún así, hay tantas aplicaciones que creo oportuno señalar algunas características esenciales que debería tener la aplicación que uses. Lo primero es que sea simple. Cuanto más extenso y complejo se presenten los datos peor. Al final lo que te interesa es saber si gastas más de lo que ingresas y por donde se va o viene el dinero. Entre todas las aplicaciones existentes en la fecha que te escribo esto, hay dos que cumplen con los requisitos que creo necesarios para una aplicación dedicada a monitorear céntimo a céntimo el flujo del dinero. Estas son Spendee y Wallet. Esta última es la que yo particularmente uso. Pero más allá de qué aplicación uses, lo importante no es qué tan bonitos son los gráficos que hace, sino que nos ayude a seguir el dinero con varios propósitos: saber si tenemos gastos superfluos, identificar los gastos recurrentes, e identificar gastos hormiga.

En catalán hay un refrán que dice «de mica en mica s’omple la pica», cuya traducción en español seria «Gota a gota se llena la bota». Aplicado a las finanzas puede usarse con el significado del efecto acumulativo de que al ir ahorrando aunque sea poco, al final se hace un mucho. Pero en el caso que nos ocupa ahora, quiero usarlo para ejemplificar que pocos gastos no controlados, al final suman una montaña de dinero. Estamos hablando de ese café, esos chicles, esa revista, esa cerveza de más… Ojo, no tienes que privarte de nada. Si hay algo que tienes que tener claro, es que tener tus finanzas controladas, y estar en la senda de la libertad financiera, no quiere decir ser una persona rácana y avara. El dinero está para gastarlo, pero para gastarlo bien. Y lo primero es tener controlado el dinero. Si esos gastos los tienes identificados, no suponen un endeudamiento malo, y te aportan valor y satisfacción, adelante con ellos.

Precisamente al tener ubicado en cada momento cada céntimo, podrás decidir mantener esos gastos hormigas, pero es posible que identifiques gastos superfluos que has hecho de más, como ese teléfono inteligente que no requerías o unos zapatos nuevos cuando ya tienes cuatro pares, o esa camisa que no te has puesto nunca. En ese sentido, al hacer una compra, piensa si realmente lo necesitas. Y no te guíes por las ofertas o los descuentos. Si algo lo necesitas de verdad, vete por el lado de la calidad. Recuerdo cuando compré un ordenador portátil porque estaba muy bien de precio, pero después, debido al software exigente que yo utilizaba para generar mis proyectos, iba más lento que una tortuga coja. Me desesperaba, me ponía nervioso y perdía demasiado tiempo. Si hubiera invertido en un ordenador mejor, hubiera hecho más trabajo en menos tiempo y mis nervios no se hubieran resentido.

La Figura 1 muestra un resumen de un balance anual real en dólares, registrado con la aplicación Wallet. En ella vemos a primer golpe de vista, que los ingresos han sido superiores a los gastos. Además vemos las categorías generales donde hemos hecho los gastos. Dentro de la aplicación podemos continuar detallando cada una de las categorías. En un caso como este, no habría mucho análisis que hacer. Aunque siempre se puede reducir el gasto en alguna de las partidas.

Pero si tu caso es como el de la Figura 2, tienes más trabajo que realizar. En este caso, terminaste el año con un saldo negativo de $10203.97. Si detallamos en las categorías donde hemos realizado los mayores gastos (Figura 3), observamos que gastaste $1167.17 en comer fuera de casa. Es posible que pudiéramos reducir de alguna manera este gasto. Dependerá de ti decidir qué vas a hacer. Pero ahora por lo menos, sabes donde se va tu dinero.

Deja una respuesta